Dieta cetogénica

 La dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas que ha ganado popularidad en los últimos años. Esta dieta implica reducir significativamente la ingesta de carbohidratos (generalmente a menos de 50 gramos al día) y aumentar la ingesta de grasas saludables. La idea detrás de esta dieta es hacer que el cuerpo entre en un estado llamado cetosis, en el que quema grasa para obtener energía en lugar de carbohidratos.

Aquí hay algunas pautas generales y ejemplos de alimentos que se pueden incluir en una dieta cetogénica:

• Limita los carbohidratos a alrededor de 20-50 gramos al día.
• Aumenta la ingesta de grasas saludables a alrededor del 60-75% de las calorías totales.
• Asegúrate de obtener suficientes proteínas, que deben ser de alta calidad y representar alrededor del 20-30% de las calorías totales.
• Evita alimentos procesados y ricos en carbohidratos refinados, como azúcares y harinas blancas.

Ejemplos de alimentos que se pueden incluir en una dieta cetogénica:

• Carnes: pollo, pavo, carne de res, cerdo, cordero, salmón, atún, huevos.
• Verduras: espinacas, col rizada, brócoli, coliflor, pepino, tomate, zanahorias, pimientos, espárragos, champiñones, aguacate.
• Grasas saludables: aceite de oliva, aceite de coco, aguacate, mantequilla, nueces, semillas de chía, semillas de lino, mantequilla de nueces.
• Lácteos: queso, mantequilla, crema batida, yogur griego.
• Frutas bajas en carbohidratos: aguacate, coco, bayas.

Ejemplo de menú diario de una dieta cetogénica:

Desayuno:

• Tortilla de espinacas y queso con aguacate en la parte superior.

Almuerzo:

• Ensalada de pollo a la parrilla con lechuga, tomate, pepino, aguacate y aderezo de aceite y vinagre.

Cena:

• Salmón a la parrilla con espárragos y champiñones salteados en mantequilla.

Merienda:

• Un puñado de nueces o semillas.

Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y que la cantidad de carbohidratos, proteínas y grasas que se deben consumir puede variar según la edad, el género, el peso, la altura y el nivel de actividad física. Siempre es recomendable hablar con un médico o un nutricionista antes de hacer cambios significativos en la dieta.